Mi viejita hermosa
26.01.2013 18:57
¡Mi viejita hermosa!
Hoy quiero contarte que la lluvia cae, como así se derraman mis lágrimas, a veces finjo en ser la más feliz a pesar de tu ausencia, pero tu bien sabes la falta que me haces… Y que en cada rincón que encuentro lloro y añoro tu presencia… Desde que te fuiste, las tardes son frías y muy tristes.
Hoy es el día 10 del nuevo mes, Hace 20 días y dos horas con 13 minutos y 46 segundos que dejaste este mundo madre mía… ¡Ya no quiero estar sin ti! Todas las noches te hablo, para no extrañarte tanto y me imagino todos aquellos días llenos de color, cuando me mirabas con la profundidad de tus preciosos ojos, ya marchitos por el correr del tiempo, pero siempre tan alegres, me imagino tu bella sonrisa que iluminaba mi mundo, imagino tus bellas palabras cuando postrada de rodillas le orabas a Dios… Imagino toda mi vida contigo y no mi vida sin ti.
Ese lunes de tarde al tocar tus manos frías y ver tu rostro opaco quise retenerte, tomarte con mis manos y no dejarte ir, mas no pude hacer nada, te fuiste marchitando, hasta que con tus brazos débiles cómo pudiste, me abrazaste y me diste el último beso, y me hablaste con tu mirada y tus ojitos lagrimeando en esos momentos sentí mi corazón destrozado y presentí tu ultimo adiós; sin embargo a los cinco minutos cerraste tus ojitos para siempre… Hoy cierro mis ojos para que mi corazón vuele hacia ti, para abrazarte, y llenarte de besos, siempre se me escapa alguna lágrima de tristeza pues son fechas sensibles y amándote tanto como te amo, es normal que también de mis ojos caigan gotas de pena y de nostalgia ps fuiste no solo mi bisabuela sino mi madre a quien ame sin medida.
Recuerdo los momentos de alegría que juntas pasamos, mi hermosa abuelita te siento tan cerca como cuando era niña, me hacías ese moño que no me gustaba en el cabello, o traía mis olotes para jugar contigo y hacer casitas con ellos.
Te amo, por la forma en que me hacías sentir amada, porque cuando sufría desprecios por no tener a mi papá, tú me cargabas y me quedaba dormida en tus piernas, te amo porque siempre me enseñaste que el sentido de la vida se encuentra en buscar a Jesús y porque aprendí tantas historias y cuentos de ti... porque tú has sido la maravillosa persona que me ha enseñado todas las oportunidades que tiene la vida. Me has dado todo para ser feliz, sólo hace falta que un día Jesús decida venir y tú puedas resucitar para vivir juntas por siempre con él.
Mi mamacita adorada extraño buscar tus caricias apoyada en tus hombros, que me hacían sentir chiquita, aunque ya hacía tiempo que había dejado de serlo.
¡Me haces muchisisisisisima falta! Sin ti he perdido la noción del tiempo, no se qué día es hoy, ni qué edad tengo, ni con quien vivo, ni en donde estoy ni a donde voy… existo por existir y mi vida sin ti no tiene sentido.
Tus sabios consejos me van a acompañar toda la vida. Has hecho una huella muy grande en mi vida, que no se podrá reemplazar con nada ni nadie.
Le doy gracias a Dios porque te concedió la bendición de vivir tus preciosos 101 años y ver pasar ante tus ojos cuatro generaciones y tener en tus brazos a tus tataranietos. Solo lamento que mis dos niños que yo tenga no vayan a conocerte, aunque yo les contare de ti, y les diré que fuiste una bisabuela maravillosa y para ellos serías su tatarabuela mas consentidora…
Es muy triste lo que mi corazón siente pero la energía, la fuerza, la voluntad que tenías me ayuda y me acompañaran en cada minuto de mi vida, pues fuiste mi mayor ejemplo, mi gran maestra, mi mejor amiga y mi más dulce madre.
Me haces mucha falta abuelita, pero se que pronto estaremos juntas cuando Dios venga por toda la eternidad.
Sabes… me encanta escribirte porque aunque hoy es un día un poco extraño, una sensación de vacío se apodera de mí. Siento mucho frio, miro a mi alrededor y está vacío, las letras me hacen sentir que estas aquí conmigo.
Hoy tu recuerdo me despertó con tu nombre en mis labios. Desperté deseando verte y decirte de mil maneras: ¡abuelita te amo!
Con todo mi amor: Ary
P.D. Si yo te tuviera aún conmigo sería como
respirar cada día el aire más puro, sería como
ver a un ángel de Dios protegiéndome, sería
hablar con el lenguaje más dulce y tierno, sería
sentir que tú, mamaíta linda, eres y serás
hasta la eternidad mi mayor bendición.
¡TE AMO MAMÁ MARÍA!
ESCRITORA©AREMY ARILÚ MARTÍNEZ